En ocasiones los padres y madres se “alarman” cuando ven que su hijo quiere jugar con muñecas, o que una hija quiere jugar con carros, la pregunta que se hacen es: ¿Esto es normal? ¿Cómo debo acompañar esto? Aquí te daremos algunas estrategias para que sepas qué debes hacer:
Revisa tu estado emocional
Revisar el estado emocional implica ser conscientes de la emoción que aparece cuando vemos a un hijo jugar con una muñeca o pintarse los labios, o cuando vemos una hija jugar a los carros, una pregunta que podrías hacerte para orientarte es: ¿Qué emoción siento al ver esto? Las respuestas son muy variadas, unos pueden sentir enojo, otros vergüenza, otros confusión, miedo, y un amplio número de emociones pueden surgir.
Lo primero ante esto es no reaccionar, es decir evita las reacciones impulsivas, antes de actuar por un impulso, conviértete en un observador y observa las razones por las cuales tu hijo o hija ha entrado en este juego… pregúntate: ¿Qué necesidad ha llevado a mi hijo o hija a entrar en este juego? y te darás cuenta que aparece un amplio abanico de posibilidades que explican dicho comportamiento infantil, puede ser necesidad de exploración, puede ser necesidad de ser acogido/a en el grupo, puede ser un interés personal, etc.
Evalúa la situación
Después de revisar y ser consciente de tu estado emocional, empieza a reconocer que estás pensando, es decir, revisa tus creencias y pregúntate: ¿Cómo estoy evaluando esta situación? ¿Como algo malo? ¿Algo aberrante? ¿Algo inaceptable?.
Esta evaluación de la situación está sumamente ligada a la forma en cómo las generaciones pasadas nos enseñaron a ser “hombre” o ser “mujer”, enseñanzas caracterizadas por expresiones como: “Los hombres no lloran” “Las mujeres no pueden ser bruscas” entre otras. En generaciones pasadas la cultura nos enseñó roles muy rígidos para hombres y para mujeres, es decir, una lista de requisitos y reglas de comportamiento, gusto y actitud que cada uno debía cumplir, es decir, las mujeres tienen la obligación de… los hombres tienen la obligación de…
Empieza a introducir el concepto de equidad de género
En la actualidad eso ha cambiado, y el avance en la investigación psicológica, social y jurídica ha permitido que las nuevas generaciones hablen de equidad de género, un concepto que ha venido a enseñarnos que hombres y mujeres pueden complementarse más en sus roles, funciones y tareas familiares, por ejemplo, los hombres pueden involucrarse más en la crianza y las mujeres pueden ser proveedoras económicas de su hogar, los hombres pueden cocinar y las mujeres pueden jugar fútbol. Esto ya lo han ido asimilando los niños y niñas de la época actual, lo cual hace que no vean problemático explorar otros comportamientos, actitudes y gustos.
Por tanto, si tu hijo está jugando a las muñecas y tu hija a los carros, aprovecha dicha situación y conviértete en maestro, enseña a tu hijo que puede aprender a cuidar de sus hijos y enseña a tu hija que puede comprarse un carro.
Explica a tus hijos el concepto de equidad de género y muestra que hoy en día hombres y mujeres pueden complementarse mejor para cumplir metas, logros y proyectos personales y familiares. Por último, aprende más sobre el desarrollo psicosexual de los niños y niñas, te darás cuenta que la identidad de género no es igual a la orientación sexual.